Entre molinos y castillos

De Madrid a Petrer

La salida de Madrid, como casi siempre, la realizo por vías rápidas y autovías. M-40 y A-4 hasta pasado el pueblo de Ocaña ya en la provincia de Toledo. Ahí tomo la también aburrida y recta carretera nacional número 301 hasta llegar al pueblo de Mota del Cuervo donde realizo la primera parada.

Desde el balcón de La Mancha, pueblo de tradición alfarera, iniciamos el recorrido por los molinos de viento. En otra de las rutas paso por Campo de Criptana donde también se pueden observar y visitar molinos de viento. Algunos de estos, incluso, siguen moliendo grano en pleno s. XXI.

A pie de los molinos de Mota del Cuervo tomo la N-420, una recta de pocos kilómetros que nos lleva hasta Belmonte, donde podemos visitar su hermoso castillo. Recomendable su visita turística.

Desde el castillo comenzamos un tramo por caminos agrestes por la CUV-8343, la CM-3009 y la CM-3110 hasta cruzar a Honrubia. Seguramente muchos habrás parado alguna vez en el Hotel-Restaurante Marino, que se encuentra en plena A-3. El primer Marino se encuentra en pleno centro del pueblo. Ahí me tomé el bocadillo de lomo con queso y tomate y el tercio de cerveza de rigor. Durante el tramo de la N-III que atraviesa el pueblo podemos observar gran cantidad de en lo que en su día fueron ventas y restaurantes. Ahora abandonados, porqué el tráfico ya no pasa por el pueblo y ni lo mira de reojo cuando va a velocidad constante de 120 km/h por la autovía.

Tras cruzar un embalse por la presa que controla el cauce del río Júcar y después de girar a la derecha llegamos al pueblo de Alarcón, que da nombre al embalse.

Alarcón me sorprendió. No le dediqué el tiempo suficiente. Tiene una bonita visita turística y también para practicar senderismo. Prometo volver y hacer alguna ruta especial por la zona. Después de visitar la villa amurallada y el castillo, ahora Parador, doy media vuelta para deshacer el camino y volver al cruce con la N-III.

Después de cruzar Motilla del Palancar tomo la CM-220 y llego por casualidad a Villanueva de la Jara, no tenía idea de qué podría encontrar. Me sorprendió la bonita iglesia de La Asunción. No pude entrar, lo anoté en mi memoria para dedicarle más tiempo cuando vuelva a Alarcón. Salgo del pueblo por donde he entrado, deshago unos metros mi camino para tomar el cruce de la CM-311 para circular varios kilómetros hasta llegar a Alcalá del Júcar.

Impresionantes cuestas repletas de curvas para llegar al núcleo urbano. Un bonito lugar para una postal. En lo alto del pueblo podemos encontrar el castillo. En las soleadas paredes del precipicio que mira a poniente podemos encontrar decenas de nidos de águilas, halcones y buitres. En ese momento cercano al atardecer tenían una preciosa danza en el cielo. Me quedé embobado durante varios minutos. Muy recomendable la visita y dedicarle más tiempo al pueblo.

Tras salir del desfiladero por la CM-3201 me voy dirigiendo, ya con prisas, hasta Alpera. Ahí me desvío por la AB-217, un camino en mal estado que de pronto se encuentra perfectamente asfaltado y cambia de nombre a CV-437. He cambiado de comunidad. En estos cambios uno se da cuenta de la mierda que tenemos montado con las comunidades autónomas. Un mismo camino, dos condiciones completamente opuestas.

Al entrar en mi tierra siempre me sonríe el alma. Tomo el cruce dirección Almansa por la N-330. Pocos segundos después me doy cuenta que vuelvo a Castilla-La Mancha. Llego a Almansa y a pie de su castillo hago una preciosa foto en mi mente. Mucho mejor que la que hago con el teléfono por falta de luz. Está anocheciendo, el sol hace minutos que se escondió y veo que aún me quedan muchos castillos por visitar. Otra ruta me vuelve a quedar incompleta por culpa de la falta de horas de luz del invierno.

Desde Almansa llego a Yecla, en Murcia, y desde ahí me voy a buscar la A-31 en Villena, paso por Sax y me detengo en Petrer. En todos esos lugares dejo castillos pendientes de visita. He llegado a mi tierra alicantina en vísperas de Navidad. Visito a familia y me vuelvo a subir a Deseada para llegar a casa donde me espera mi madre.